Las preocupaciones de los wearables

   La preocupación por la salud y el bienestar es una tendencia creciente. Los wearables nos van a permitir controlar cómodamente una serie de parámetros de nuestra salud. Por eso, surgirán dispositivos para aplicaciones específicas que serán imprescindibles para los enfermos crónicos y también existirá un gran mercado de aparatos de propósito general enfocados a una población preocupada por llevar un estilo de vida sano.

   Hoy en día, estamos usando el teléfono móvil como sustituto de los wearables. Pero, no es cómodo y nos interrumpe.

•    En primer lugar, no es cómodo de usar en muchas situaciones. Todos hemos visto a mucha gente haciendo ejercicio físico con un móvil de tamaño considerable encintado en el hombro. A mí esto me recuerda a los años 80 cuando había gente que escuchaba música por la calle con un radiocasete gigantesco al hombro. Tuvieron que sucumbir ante la comodidad del Walkman. De manera análoga, es mucho más cómodo controlar una sesión de ejercicios con un reloj, pulsera o gafas que cargando con un móvil. Aparte de este ejemplo, se me ocurren muchas otras situaciones en las que los wearables permitirán una alternativa más cómoda como cuando seguimos una ruta GPS, usamos un billete o entrada electrónica o realizamos un pago. El caso del pago con móvil es muy interesante, pues todos vemos como lleva años intentando sustituir sin éxito al cómodo pago con tarjeta. Quizá, los relojes inteligentes sí que sean capaces de acabar con las tarjetas, ya que su comodidad de uso es similar, con la ventaja que podemos concentrar todas nuestras tarjetas en la muñeca.
  

•    Segundo, el móvil interrumpe la actividad que estamos haciendo: tenemos que pararnos, sacarlo del bolsillo consultar y seguir con la tarea. Esto lo podemos sobrellevar cuando estamos en nuestro tiempo de ocio, pero es un gran problema cuando estamos realizando un trabajo, ya que nos hace perder la atención y concentración. Los wearables nos permiten recibir la información adecuada, de manera concisa, en el momento que la necesitamos y en muchos casos sin necesidad de apartar al visión de la tarea que estamos realizando. Por eso, se espera que tengan un gran desarrollo en aplicaciones profesionales de todo tipo: atención al público, sanidad, fuerzas de seguridad, conducción, tareas manuales… Y una vez que la tecnología madure lo suficiente, sin duda, le seguirán las aplicaciones para el ocio, cambiando nuestros hábitos para comunicarnos, divertirnos o ir de compras.
  

   El desarrollo de esta tecnología tiene un gran futuro y, a la vez, se enfrenta a grandes retos. Sin duda, en el camino habrá productos fallidos y otros revolucionarios. Es hora de prestarles atención.