Como ya dije en el otro articulo de conociendo a los dispositivos wearables, hay ventajas, primeros avances técnicos y un poco más sobre el año wearable. Ahora se verá un poco más de los mismo pero sobre todo como empezaron.
Wearables es otra de esas palabras que los anglosajones han inventado para referirse a una nueva tecnología y que tiene difícil traducción en nuestro idioma. La traducción literal podría ser “dispositivo para vestir” pero, cómo podemos adivinar, esta traducción no va a tener éxito frente el uso del anglicismo. Dentro de unos años, la Real Academia de la Lengua, la incluirá en su diccionario cómo antes hizo con palabras como web o CD-ROM.
Llevamos muchos años vistiéndonos con dispositivos electrónicos, como los relojes digitales o los auriculares, pero la característica que los convierte en un wearable es que se puedan conectar a Internet. Ampliando nuestra perspectiva, los wearables son una parte pequeña de una poderosa tendencia destinada a revolucionar nuestro estilo de vida, el Internet de las cosas (IoT en sus siglas inglesas). Esta tendencia consiste en una progresiva conexión a Internet de todo tipo de máquinas y dispositivos como coches, electrodomésticos y, por supuesto, los wearables.
Los wearables empezaron a aparecer en círculos no especializados el año pasado, con el éxito de algunos monitores de actividad física, el lanzamiento de algunos relojes inteligentes y la presentación de la Google Glass. El lanzamiento de productos va aumentando exponencialmente y vemos como este otoño todas las grandes marcas están anunciando sus nuevos modelos. Si continúa la tendencia, 2015 será el año de los wearables y veremos un importante crecimiento de ventas.
Wearables es otra de esas palabras que los anglosajones han inventado para referirse a una nueva tecnología y que tiene difícil traducción en nuestro idioma. La traducción literal podría ser “dispositivo para vestir” pero, cómo podemos adivinar, esta traducción no va a tener éxito frente el uso del anglicismo. Dentro de unos años, la Real Academia de la Lengua, la incluirá en su diccionario cómo antes hizo con palabras como web o CD-ROM.
Llevamos muchos años vistiéndonos con dispositivos electrónicos, como los relojes digitales o los auriculares, pero la característica que los convierte en un wearable es que se puedan conectar a Internet. Ampliando nuestra perspectiva, los wearables son una parte pequeña de una poderosa tendencia destinada a revolucionar nuestro estilo de vida, el Internet de las cosas (IoT en sus siglas inglesas). Esta tendencia consiste en una progresiva conexión a Internet de todo tipo de máquinas y dispositivos como coches, electrodomésticos y, por supuesto, los wearables.
Los wearables empezaron a aparecer en círculos no especializados el año pasado, con el éxito de algunos monitores de actividad física, el lanzamiento de algunos relojes inteligentes y la presentación de la Google Glass. El lanzamiento de productos va aumentando exponencialmente y vemos como este otoño todas las grandes marcas están anunciando sus nuevos modelos. Si continúa la tendencia, 2015 será el año de los wearables y veremos un importante crecimiento de ventas.
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